lunes, 21 de mayo de 2012

IZQUIERDAS PERUANAS Y RENOVACIÓN DOCTRINAL. Notas para una lectura crítica de la obra de José Carlos Mariátegui en clave postestructuralista.




Por: Jorge Luis Duárez Mendoza


Introducción

“¿Dónde encontrar el  mito capaz de reanimar espiritualmente el orden que tramonta?”
José Carlos Mariátegui, El hombre y el mito.

Tras veinte años del autogolpe del 5 de abril una de las principales dolencias de la democracia peruana continúa siendo la precariedad de su sistema de partidos. Los diferentes partidos nacionales han sido incapaces de renovarse e insertarse en la sociedad peruana. Dentro de este campo las izquierdas peruanas no han sido la excepción, han demostrado serias limitaciones para renovarse orgánica, programática y doctrinalmente, lo cual en estos últimos meses les costó una dura derrota dentro de la actual coalición de gobierno.   
El presente post inicia una reflexión en torno al marco doctrinal de las izquierdas peruanas, centrándonos en la obra de José Carlos Mariátegui. Para ello proponemos una relectura crítica de su obra a partir de los aportes del llamado postestructuralismo sobre la cuestión del sujeto político y el problema de la universalidad.[1] Nos planteamos este objetivo por dos razones: 1) porque son aún escasos los análisis postestructuralistas de la obra de Mariátegui, cuestión que consideramos relevante teniendo en cuenta la importancia que tiene el Amauta en la izquierda peruana; y 2) porque consideramos importante que la renovación de las izquierdas peruanas tomen en cuenta su aspecto doctrinal.[2] Vale aclarar que reconocemos estas reflexiones como el inicio de un trabajo a largo plazo.      

José Carlos Mariátegui: un marxista “hereje”

La obra del Amauta estuvo caracterizada por una concepción heterodoxa del marxismo. En los escritos de Mariátegui posteriores a su experiencia europea (1919-1923) es visible la influencia que en ellos tuvieron los debates marxistas en torno al cuestionamiento a la idea del surgimiento del socialismo como necesidad histórica, idea promovida por la segunda internacional. Mariátegui rechazó el postulado de que el marxismo supone una filosofía de la historia: “Marx, en primer lugar, no se propuso nunca la elaboración de un sistema filosófico de interpretación histórica, destinado a servir de instrumento a la actuación de su idea política y revolucionaria” […]. Y continúa: “El materialismo histórico no es, precisamente, el materialismo metafísico o filosófico, ni es una filosofía de la historia, dejada atrás por el progreso científico. Marx no tenía por qué crear más que un método de interpretación histórica de la sociedad actual”.[3] Mariátegui reivindica al marxismo no como una doctrina teleológica, sino como un método de interpretación histórica, método que podemos ver aplicado en sus “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”.
Por otra parte, Mariátegui no asumió al marxismo como teoría autosuficiente. Para él no era “…posible aprehender en una teoría el entero panorama del mundo contemporáneo. Que no es posible, sobre todo, fijar en una teoría su movimiento. Tenemos que explorarlo y conocerlo, episodio por episodio, faceta por faceta. Nuestro juicio y nuestra imaginación se sentirán siempre en retardo respecto de la totalidad del fenómeno”.[4] Por ello rechazó una concepción del marxismo como ciencia capaz de explicar la totalidad de lo social, por lo cual era necesario su diálogo con otras corrientes filosóficas y teóricas. Debido a esta apertura teórica es que en Mariátegui no encontramos una concepción antiliberal del socialismo, todo lo contrario, encontramos un socialismo capaz de rescatar lo más valioso del mismo: la libertad. Por ello sostendrá que el socialismo surge del desarrollo del liberalismo. Además, como sostiene Flores Galindo, en Mariátegui existe una indispensable confluencia entre el marxismo y el pensamiento crítico, mas el primero no agotaba al segundo. Incluso, el propio marxismo de Mariátegui no se reduce a los estrechos límites de una sola tradición socialista.[5]  
Este carácter heterodoxo del marxismo de Mariátegui no siempre fue bien valorado. Aníbal Quijano en su texto “Introducción a Mariátegui” plantea que la formación marxista del Amauta estuvo marcada por insuficiencias e incongruencias, expresadas básicamente en una doble tensión: entre el marxismo y otras corrientes teórico-filosóficas; y entre el estructuralismo y el voluntarismo. Para Quijano la obra de Mariátegui habría perdido de vista los planteamientos epistemológicos-metodológicos que definen al marxismo como ciencia que explica las leyes de la sociedad. Por ello se habría filtrado en el pensamiento del Amauta una filosofía metafísica de la historia, expresada en la influencia soreliana.[6] Sin embargo, consideramos que esta crítica pierde de vista gran parte de la riqueza de la obra de Mariátegui por los argumentos antes referidos. ¿Qué lugar ocupa actualmente la teoría marxista dentro de las izquierdas peruanas? Si tienen algún lugar, ¿vienen apropiándose creativamente de ella para pensar al Perú contemporáneo? Continuaremos con estas reflexiones en un siguiente post.







[1] Reconociendo su vaguedad, el término postestructuralismo refiere a la obra de diferentes autores que comparten la preocupación por el lenguaje y la cultura. Si bien el término evoca a un momento posterior al estructuralismo, ambas corrientes teóricas comparten una misma matriz conceptual. Sobre la relación entre el estructuralismo y el postestructuralismo ver: Giddens, A. “El estructuralismo, el postestructuralismo y la producción de cultura”, en Giddens, A., Turner, J. La Teoría Social Hoy. Madrid: Alianza, 1990. Para una aproximación a los aportes de la teoría postestructuralista dentro del marxismo ver: Butler, J., E. Laclau y S. Zizek Contingencia, hegemonía y universalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda. Buenos Aires, FCE, 2011.
[2] En la academia peruana solo tenemos conocimiento de un artículo que se plantea un objetivo similar al nuestro. Ver: Castillo, M. “Convivencias provocativas: mito, ciencia y postestructuralismo en el debate teórico social peruano” en Scientia. Revista del centro de investigación de la Universidad Ricardo Palma. Año XII nº 12, pp. 59-69.  Lima, diciembre, 2010.
[3] Mariátegui, J.C. “La filosofía moderna y el marxismo” en Defensa del Marxismo. Lima, Minerva, 1976.
[4] Mariátegui, J.C. La escena contemporánea. Lima, Minerva, 1988.
[5] Flores Galindo, A. La agonía de Mariátegui, la polémica con la Komintern. Lima, DESCO, 1980.
[6] Quijano, A. Introducción a Mariátegui. México, Serie Popular Era, 1981.  




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy esperando esa segunda parte, Jorge. Tu artículo promete por la relectura de Mariátegui que anuncia.

Anónimo dijo...

Espero no defraudar tus expectativas.
Abrazo.

Jorge