Por: Juan José Torre Toro
No deja de ser paradójico. Más allá de consideraciones teóricas acerca de la posición ideológica de Ollanta Humala, se puede afirmar que es una alternativa de izquierda la que se instalará en Palacio este 28 de julio. Y es paradójico pues se trata de un logro político que la izquierda no alcanzó ni en su momento de mayor organización y confluencia.
También es cierto que la izquierda organizada en los 80s fue victima de un espejismo. La alta conciencia de las masas, como optimistamente llamaría Jorge del Prado a la actitud reivindicativa de los sectores populares, no tuvo la consistencia ideológica necesaria para superar el suicidio político de finales de los 80 ni a la demolición a la que se fue sometida.
La tan mentada figura del outsider político, tuvo en la izquierda setentera y de los 80 a sus primeros representantes. Sus bases políticas -pese a su entusiasmo- eran tan precarias como poco consistentes. Bastó el viento en contra que supuso la caída de la URSS y el surgimiento de Sendero para que se vaya por la borda. En estas condiciones de precariedad organizativa de la izquierda que se ha logrado esta victoria electoral. ¿Que debemos esperar del gobierno de Humala aún cuando la derecha no supera aún su estado catatónico?
La oportunidad que se abre tras el triunfo de Humala se pinta de varios colores. Resulta complicado realizar las transformaciones necesarias para que el país tome un rumbo hacia su desarrollo autónomo. El contexto que se presentará será particularmente difícil.
Pese al escenario de conflicto que se avizora, es imprescindible crear diferencias notables con los regimenes que la han precedido. Demostrar que un gobierno de izquierda (aún cuando el término pueda ser confuso para algunos) puede ser más eficiente, honesto y democrático que quienes vienen gobernando hace décadas.
Ello puede abrir posibilidades de construcción de una alternativa política más profunda y asentar un discurso contrahegemónico. Un discurso que ya se ha instalado como alternativa y que probablemente se quede en ese plano pero que puede viabilizarse en el futuro. Es tarea de cada uno y en su propia trinchera.
2 comentarios:
Cada vez más escéptico, más aún cuando el virtual presidente no fija una posición clara en torno a su "hermanísimo". Esperemos que ello cambie.
Quién ha ganado las elecciones? Pareciera que no ha ganado Ollanta Humala y un sector de la izquierda que lo acompaña, sino Alejandro Toledo y la misma argolla de siempre.
Cuántos riesgos hay de que este gobierno opte por no cambiar nada y se enfile con la derecha económica?
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