Por: Naná Lavalle E.
“Una fotografía no es una pintura, un poema, una sinfonía, una danza. No es un cuadro bonito. Es, o debe ser, un documento significativo, una declaración penetrante”
Berenice Abbott
Hemos podido conocer a los largo de la historia de la humanidad miles de caminos históricos: la Ruta Maya centroamericana, El Cápac Ñam incaico, el camino de Santiago en la península ibérica; todos ya en la actualidad recorridos por armadas turísticas, cuya reproducción fotográfica supera con facilidad algunos cientos de terabytes. Para muchos es adrenalínico pensar en recorrer kilómetros de caminos cargados de energía, de vida, de muerte, de luchas, de esfuerzos, de purificación; lo catártico de observar cómo va cambiando la ruta a cada paso cansado pero maravillado y al lograr acercar lo ajeno gracias al don de mirar.
Hace más de 200 años, el investigador alemán Alexander von Humboldt recorrió, durante su travesía americana, más de 1500 km del antiguo camino inca conocido como “La Ruta del Sol” que conoció desde el punto más alto de la expansión del Tahuantinsuyo por el norte, en Pasto, Colombia, hasta llegar, un año después, a la ciudad de Lima. Su viaje fue lento y siempre atento a observar todas las realidades que encontraba a su paso. Con cada poblado, accidente natural y recopilación histórica superó largamente los motivos primarios de su investigación – que, se afirma, fue apoyada por Inglaterra como una suerte de espionaje para la recopilación de información sobre nuestras riquezas para, posteriormente, financiar las campañas independentistas, tanto la de San Martín como la de Bolívar, y que marcó el inicio de la expansión del capital británico en los primeros años de la República– brindándonos datos importantísimos para el conocimiento natural y social de nuestra nación.
Es otro alemán, inmerso en la contemporaneidad, el que nos propone un repaso para generar nuevas visiones sobre la ruta. Frank Gaudlitz tiene su sendero propio como un reconocido fotógrafo y su obra se ha expuesto en galerías a nivel mundial. ¿Por qué escoger esta ruta para su nuevo proyecto? Tal vez por la fascinación confesa que le genera la figura de Humboldt y su personalidad inagotable en el descubrimiento de espacios y seres únicos. Es así que vuelve a Sudamérica para recoger un tramo de la Ruta del Sol que conecta Colombia, Ecuador y Perú. Empieza en el poblado de Remontina, en Colombia, agotando el recorrido en Campiña de Moche, en la costa norte peruana.
Gaudlitz recorre más de 45 puntos, entre los que se cuentan ciudades, poblados y caseríos. Su fotografía de tipo documental nos permite ahondar en cuestiones sociales y etnográficas, mostrando la multiplicidad del entorno natural de la ruta y la diversidad cultural de los asentamientos humanos que se orillan en ella. Un viaje de descubrimiento para los propios latinoamericanos, ajenos de las realidades que se proyectan desde áreas rurales de nuestros países; un viaje que paradójicamente realizamos bajo una perspectiva totalmente occidental, pero no por ello ajena a una sensibilidad universal y la exquisita forma compositiva que caracteriza el trabajo fotográfico de Gaudlitz.
El autor ha concedido a este proyecto características que articulan su producción fotográfica. Trabaja los géneros del retrato y el paisaje; los retratos, en color, fueron evidentemente producidos con la intencionalidad de mostrar el entorno particular del retratado, dándoles la oportunidad de presentarse libremente, sin hacer diferencias al momento de captar su imagen, pero sí mostrando las diferencias que existen entre ellos, y los paisajes, en blanco y negro, donde se presentan planos abiertos, panorámicos y también tomas cerradas, de avance por el camino que va dibujando, sobre el terreno árido o tropical, su propia proyección.
Observar la obra de Gaudlitz, actualmente exhibida en la Galería Municipal de Arte Pancho Fierro, es una total invitación a reconocernos en su obra. Existe un sublime sentido de identidad que nos va invadiendo poco a poco al recorrer la galería y puede parecer inverosímil que esta producción haya sido lograda por un alemán. Pero su peculiar espontaneidad, la firmeza de ideas y la fina sensibilidad que alcanza en la representación de cada una de sus piezas, es lo que refuerza la sensación de estar ante la esencia de sus retratados.
Visitar la exposición es una verdadera experiencia, más aún porque la distribución museográfica ha sido preparada y supervisada por el propio artista. El recorrido es ligero, intercalándose los retratos en color con los paisajes en blanco y negro, sin saturar visualmente al espectador, con un recorrido pautado por la agrupación por países de las fotografías, haciéndose evidentemente más amplia la zona peruana. Existe al entrar en la galería una serie de 15 retratos, como muestra de la diversidad americana, como reflejo de las diferencias propias de nuestra identidad.
Es además una invitación a visitar este espacio de galería de arte, instalado en el centro histórico de nuestra ciudad, que entrará en un proceso de remodelación total tras el cierre de esta muestra y se reinaugurará con exposiciones dentro del marco de la Bienal de Fotografía de Lima, en marzo del siguiente año.
DATOS SOBRE LA MUESTRA
Nombre: La Ruta del Sol. Un recorrido actual por un camino histórico.
ARTISTA: Frank Gaudlitz (1958).
FECHAS: del 9 de diciembre de 2011 al 08 de enero de 2012.
LUGAR: Galería Municipal de Arte Pancho Fierro. Pasaje Santa Rosa 114, Centro Histórico de Lima.
HORARIOS: lunes a viernes de 10:00 a.m. a 8:00 p.m. / sábados y domingos de 1:00 p.m. a 8:00 p.m.
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